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viernes, 19 de noviembre de 2010

SESIÓN. No 9: LOS APORTES DE NORBERT ELÍAS Y SUS USOS SOCIOLÓGICOS

APLICACIÓN SOCIOLÓGICA DE LOS APORTES DE NORBERT ELÍAS

El día viernes, quince (15) de octubre de 2010, el semillero de investigación en teoría sociológica, desarrolló la sesión número ocho (8), en la cual se trataron aspectos referentes a algunos de los aportes conceptuales más significativos de Norbert Elías para el estudio sociológico, dando a entender a través de algunos ejemplos la pertinencia de su obra como un importante marco conceptual, para casi cualquier tipo de estudio investigativo que se vaya a realizar en la actualidad.

Para tal fin, se tomo como referente el texto de Rafael Montesinos y Griselda Martínez: “Los usos sociológicos de Norbert Elías”, en donde se resalta la importancia que tiene para la sociología de hoy en día, la ruptura que hace Elías a la sociología de los años 40 y 50, a través de su propuesta transdisciplinaria en la que se relaciona a la sociología con la historia, la psicología, la medicina y la antropología, a través de una incorporación de su experiencia personal, como elemento analítico para el estudio científico que permite construir y depurar la teoría sociológica a través de una mirada más amplia y menos esquemática con respecto a cualquier objeto de estudio. Luego de haberse realizado un debate oportuno, se han presentado algunas inquietudes que permitieron indagar y profundizar más sobre el tema, cuyo objetivo ha de ser aportar a la sociología con un poco de conocimiento.

LAS FIGURACIONES Y LA INTERPRETACIÓN SOCIAL

Las figuraciones, entendidas como un concepto teórico, nos permiten interpretar los diferentes niveles (individual y colectivo) que hacen parte de este gran entramado social, a partir del vínculo correlacional entre ellos y en los diferentes niveles de organización social. De otra parte también nos permite situar al individuo por medio del reconocimiento del “otro” y comprenderlo desde una perspectiva más cultural; de manera que la figuración explica las motivaciones y los fines que los individuos tienen y encuentran en su relación con los “otros”, y es de esta manera que las relaciones sociales, que se construyen en la interacción del individuo, representan tensiones tanto a nivel psico como sociogenético y por lo tanto son relaciones dinámicas en cada uno de esos niveles. De esta forma se presenta una coacción social, en donde la cultura ejerce influencia sobre el individuo, y una autocoacción, donde el individuo responde a la presión que ejerce la cultura. De tal forma que Elías define el termino “figuración” como: “un término general para designar la estructura formada por personas interdependientes, bien como grupos, bien como individuos” . Así, las figuraciones terminan siendo construcciones de la intersubjetividad tanto a nivel colectivo como individual, que configuran lo social.

LA CRÍTICA SOCIOLÓGICA

La propuesta sociológica de Elías, permite superar dicotomías entre lo colectivo y lo individual, entre lo público y lo privado, entre la psicología y la sociología, y termina por reconocer al individuo solo a partir del reconocimiento del “otro” es decir en la interacción con lo colectivo, a partir de su concepto de figuraciones, lo cual le permite alejarse, según el, de la sociología clásica, que privilegia al individuo en si mismo.

Por otra parte, critica la sociología actual, en la medida que trata de generalizar a través de una verdad absoluta, el conocimiento científico, y más bien propone que cada realidad sociohistórica, es una especificidad, y que por lo tanto no es preciso universalizar el conocimiento, por ello propone además que para cada objeto de estudio se aplique una metodología propia y apropiada, como una alternativa para superar dicha generalización.

Otra critica esta direccionada a la incapacidad de las ciencias sociales para liberarse de la influencia de las ciencias naturales que impide darle el papel preponderante que tienen las relaciones sociales para el estudio de lo social y que dan privilegio a una lógica funcional de un sistema analítico.

Es importante entonces revisar como Elías, permite que el “tiempo” entendido desde una perspectiva histórica permita la reflexión para comprender como en el es donde se configuran la figuraciones a través de un proceso; ello determina y permite que las ciencias sociales se estudien, teniendo en cuenta las relaciones sociales como punto de partida, desde un enfoque cultural.

Por otra parte, en referencia al estudio de la vida cotidiana, Elías más que tratar de teorizar sobre este aspecto, trata de demostrar históricamente como se puede comprender el proceso civilizatorio (o cualquier otro objeto de estudio sociológico) a partir de la reproducción de la vida cotidiana a lo largo de dicho proceso, lo cual permite a su vez incorporar cualquier aspecto de la vida cotidiana, al análisis sociológico, como por ejemplo la política, ya que por lo general, como lo plantea Elías, quien trata únicamente de teorizar sobre la vida cotidiana, deja por fuera aspectos importantes, que se piensa, están fuera de ella. Elías por su parte, encuentra en la vida cotidiana, el espacio en donde se desarrollan las interacciones humanas que dan forma a las figuraciones, debido a lo cual es entonces fácil identificar el yo y el nosotros.

EL PROCESO DE LA TRANSICIÓN

Elías introduce el término del continuum histórico para dar a entender como se da el proceso de la transición de un momento histórico a otro. Así, el autor plantea que se lo debe hacer a través del pleno conocimiento de las figuraciones que anteceden a otras, es decir de entender a la historia como un proceso cuyas fronteras son efímeras y no como una linealidad de eslabones, pero además del reconocimiento de las relaciones sociales tanto a nivel político, económico y cultural.

De otra parte, se entiende que dicho proceso, es visible a través de las transformaciones que se dan en las figuraciones y que resultan determinadas, por las fluctuaciones de poder entre ellas, en ocasiones favoreciendo a unas y en ocasiones a otras. Pero también nos dice que la transformación de las figuraciones va acompañada por la transformación de las estructuras de poder, como expresión de las relaciones entre los individuos. De manera que se hace evidente, como la revolución francesa es producto de las revueltas, pero además por la incapacidad de la nobleza para adaptarse a las características de la nueva figuración.

jueves, 21 de octubre de 2010

Sesión No 8: NORBERT ELÍAS, PRESENTACIÓN Y APROXIMACIÓN A SU SOCIOLOGÍA

PRESENTACIÓN Y APROXIMACIÓN AL SOCIÓLOGO NORBERT ELÍAS
El día viernes, ocho (8) de octubre de 2010, el semillero de investigación en teoría sociológica, desarrolló la sesión correspondiente a la presentación del sociólogo orbert Elías y a una aproximación de sus principales aportes teóricos y conceptuales pertinentes a esta ciencia, donde se tomo como eferente el texto de Juan Carlos Jurado “sobre el proceso de la civilización de orbert Elías”, publicado en la revista NOMADAS. En la primera parte se trató de bordar la contextualización de la vida y labor académica de este gran sociólogo ontemporáneo, y la segunda estuvo dedicada a hacer un acercamiento de su obra “el proceso de la civilización”. Tras una pequeña reflexión del texto, se trajo a olación algunos ejemplos de la cotidianidad, que permitieron comprender mejor sus aportes teóricos, pero además, enriquecernos por medio de un buen debate.

UN ACERCAMIENTO A SU VIDA Y OBRA

Norbert Elías nació en Breslau Alemania en 1897 y murió en 1990. Era judío y de familia medianamente acomodada, sin embargo padeció los dramas de la I guerra undial, en la cual fue soldado; luego regresó para estudiar filosofía y medicina en su ciudad natal.

Tras la persecución nazi, se exilio en Francia y posteriormente en Inglaterra, su madre murió en un campo de concentración y al parecer gran parte de su obra sociológica, es una respuesta intelectual a las atrocidades cometidas en occidente por los mismos seres humanos que se enorgullecen de llamarse civilizados, y cuya muestra mas incivilizada ha sido la guerra. Al respecto Elías nos diría: “el hecho de que aún no hayamos aprendido a construir las guerras, las destrucciones masivas recíprocas de miembros de Estados diferentes y otras formas de conducta que no se puede evitar calificar de bárbaras, presta apoyo al supuesto de que, en el marco global del posible desarrollo de la humanidad, lo que llamamos tiempos modernos representa una etapa muy primitiva y no una etapa tardía del desarrollo” .

A pesar de haber tenido gran influencia de las tradiciones sistemáticas de la sociología, se desliga de ellas y trata de ser independiente de cualquier tipo de ideologías o tradiciones epistemológicas; en 1924 se doctoró en filosofía, para luego estudiar sociología en Heidelberg, en donde asistía a las reuniones programadas por Marianne Weber. En 1954 aceptó ser profesor en Leicester Inglaterra, sin embargo su trabajo no adquirió mayor trascendencia hasta 1970, cuando la comunidad científica miró en su obra grandes aportes para las ciencias sociales en general. Publicó “el proceso de la civilización” en 1939, pero logró su éxito editorial en 1976, cuando vendió mas de cien mil ejemplares.

Su obra es una teoría de la civilización, a través del análisis del desarrollo histórico de largo plazo y focalizado en el estudio de la convivencia humana y de la comprensión del comportamiento de los seres humanos, teniendo en cuenta sentimientos, como el odio, la venganza; y normas de comportamiento que se han naturalizado como por ejemplo los afectos. Su sociología se denomina “procesual” o de largo alcance, debido al estudio de los flujos y reflujos históricos de largo plazo.

Sus aportes han sido retomados; por ejemplo, por Fernand Braudel, quien acuña en sus trabajos el termino de “larga duración” para reconocer las lentas, milenarias y profundas temporalidades de la cultura, a diferencia de las de la economía, que son mas cortas, o las de la política, que son mas instantáneas o coyunturales.

Existen dos razones por las que su obra no fue debidamente reconocida a tiempo, la primera es su condición de judío para la época del nazismo, que lo convierte en un exilado y por lo cual sus obras no pudieron ser esparcidas por toda Europa y el mundo, sino que solamente se quedaron en Inglaterra, en donde además eran muy pocos los que manejaban el idioma alemán, en el que estaban escritas sus obras, y la segunda es por la gran expansión y posterior afianzamiento de la teoría Parsonsiana, que opacaba cualquier otro tipo de planteamiento teórico y epistemológico, que se diera para esas épocas.

HACIA UNA TEORÍA DEL PROCESO DE LA CIVILIZACIÓN

El problema: la orgullosa autoconciencia que tienen los occidentales de ser civilizados, a partir de lo cual se pretende mostrar la complejidad de los cambios sociales, económicos y políticos que han configurado la cultura de las sociedades occidentales. En un primer momento Elías hace una crítica a los sociólogos con ideologías burguesas, para posteriormente decir que la civilización es un proceso sin fin ni progreso, ya que se reconoce que las conductas individuales, de las cuales parte dicho proceso, son un producto del azar, y cuya importancia radica en que en un momento dado, estas pueden configurar el futuro; pero que además no se la debe reconocer como buena o mala, sino como un hecho sociológico.

Elías, hace un estudio de los procesos históricos que han conducido a la denominada civilización; comienza desde la edad media, hasta el siglo XIX, contextos en los que analiza un complejo movimiento de las pautas de comportamiento que a la vez permite el cambio de los grupos aristocráticos caballerescos hacia los de la aristocracia cortesana, con el fin de diferenciarse de grupos sociales como los campesinos. Una extensa literatura acompaño este proceso, la cual contenía códigos y reglas que definían las buenas costumbres, con la intención de moldearlas, de igual manera podemos encontrar en nuestros contextos ejemplos de cómo se ha tratado de dar forma (civilizada) a nuestros comportamientos, a través de la obligatoria lectura, para nuestros padres y abuelos, de libros como “la urbanidad” de Antonio María Carreño en las escuelas y colegios de la época para la que ellos asistían, y que de una u otra forma se nos han venido transmitiendo, voluntaria o involuntariamente. A todos estos cambios graduales, concretos y de largo plazo, de carácter psicológico, en la conducta de los seres humanos los denomina transformaciones psicogenéticas, lo cual hace que su estudio sea micro sociológico, pero sin caer en el extremo de la sociología clásica, ya que además el autor acuña el termino “figuraciones” , para alcanzar la integración entre lo micro y lo macro.

Por otra parte, el autor tiene una concepción relacional, entre el individuo y la historia, y finalmente entre esta y la sociología, ya que según el autor una de las tareas de esta ciencia es la de dar explicación a las particularidades de cada una de las posibles sociedades humanas; pero además nos brinda un novedoso e importante aporte metodológico, que es el del distanciamiento, que hace referencia a como el sociólogo, para propender por un mejor resultado en sus estudios, debe alejarse un poco de la misma sociología para comprenderla desde afuera.

De manera que Elías entiende al individuo y a la sociedad como procesos, y no como entidades abstractas, separadas, universales e invariables, en donde la psicogénesis y la sociogénesis se complementan, de manera tal que como lo expone el autor, “…un individuo no nace civilizado, sino que el proceso civilizatorio individual que se le impone, es una función del proceso civilizatorio social general”.

Así por ejemplo, la familia es una figuración, que es resultado de un proceso en el que se involucran psicogénesis y sociogénesis, por medio de vínculos de interdependencia e intersubjetividad, que se generan entre los individuos y en determinado grupo social.

EJEMPLOS DE LAS TRANSFORMACIONES PSICOGENÉTICAS EN LAS COSTUMBRES
EL COMPORTAMIENTO EN LA MESA

Se analiza como una costumbre que en algún tiempo fue aceptada, ya no lo sea en otro, debido a que los umbrales de la vergüenza van avanzando conforme el proceso civilizatorio. Así, por ejemplo, limpiarse los dientes con el cuchillo, manifestar signos de dolor al quemarse con la comida, despedazar la carne con las manos, o acodarse sobre la mesa, ya no serán aceptados pues hacen referencia a una conducta descortés, determinada por el desplazamiento en los umbrales de la vergüenza.

NECESIDADES NATURALES

Así mismo los limites de la vergüenza, se fueron deslizando y las necesidades humanas naturales, eran aceptadas con mayor normalidad, aunque estas debían realizarse en lugares aptos para ello, como una muestra de civilidad. A su vez, Elías se da cuenta que estos procesos psicogenéticos, generan procesos sociogenéticos, es decir cambios en las figuraciones sociales. Por ejemplo, la forma como estas nuevas costumbres se fueron esparciendo entre los diferentes sectores (clases sociales) de la sociedad, lo cual generó una mayor democratización.

SONARSE LA NARIZ

Esta costumbre también se fue moldeando de acuerdo a los buenos modales de comportamiento, de tal manera que se debe usar el pañuelo, preferiblemente en un lugar no publico, y además no emitir ningún tipo de sonido al hacerlo. Todo esto gracias a que dichas conductas se moldean, dependiendo de restricciones emotivas, de manera que no se transmiten, racional ni conscientemente entre los seres humanos; así, a través de la interdependencia, estos comportamientos se han extendido y se legitimado entre las diferentes clases sociales.

RELACIONES SEXUALES

Se someten a las mismas restricciones de otros comportamientos, en cuanto a la privatización del manejo del cuerpo, el acto de dormir y de las relaciones entre hombres y mujeres. De manera que poco a poco todo se va limitando a la intimidad. El cambio más trascendental, es que la vida sexual se traslada definitivamente al escenario de la familia nuclear.

Elías plantea entonces, que el progreso no es lineal sino que mas bien implica flujos y reflujos, movimientos hacia atrás y hacia adelante, e incluso laterales.

La burguesía comenzó a competir con la aristocracia por el poder, en países como Alemania Inglaterra y Francia. Una forma de cerrar el circulo aristocrático, fue el proceso civilizatorio, ligado a la cultura, entendido como la cultivación del hombre; sin embargo no lo logro, y a partir de la revolución francesa, fue la burguesía quien impuso los nuevos códigos de civilidad, no solo en el interior de los países europeos, sino en todo el mundo.

El nacimiento del estado moderno, con características de centralización y monopolio de la violencia, han sido elementos esenciales de la civilidad y de la modernidad, de manera que esas dos características, permiten que se constituya en el individuo un aparato de autocontrol. Así, la civilización, es un proceso de largo plazo, en el que se pasa de modos de control externos, a modos de autocontrol, así por ejemplo la figura del ciudadano, aparece como una manera del estado para posicionar al individuo a través de un documento que le da un reconocimiento sociogenético, pero que poco a poco va eliminando el elemento psicogenético, para el autoreconocimiento del individuo como tal y de sus plenas libertades, sin querer decir con ello que el reconocimiento social a través de dicho documento sea innecesario.

TRANSFORMACIONES EN LA AGRESIVIDAD

La capacidad de los hombres para la violencia, se ha restringido, se ha refinado y se ha convertido en una serie de reglas y coacciones. Por ejemplo, el uso del cuchillo, con referencia al comportamiento en la mesa, (no limpiarse los dientes con el cuchillo, o entregar este por el mango y no por la punta, como si se fuera a atacar) lo cual indica una transformación en la sociogénesis, en cuanto a este comportamiento.

Elías es un materialista en el sentido de conferirle a la historia un carácter racional, donde las relaciones sociales condicionan la existencia humana a partir de la interdependencia y no de una simple causalidad. Elías reconoce que el comportamiento social depende de las especificidades de cada grupo social, sin embargo reconoce que tanto la racionalidad como el miedo son quienes regulan las colectividades.

CONSIDERACIONES FINALES

La sociología procesual de Norbert Elías, es una oposición a la sociología teórica Parsonsiana, ya que abre las puertas a los trabajos sobre procesos de largo plazo, que ya venían proponiéndolos o desarrollándolos sociólogos como Marx, Comte y Spencer, así por ejemplo, la familia a través de la historia se ha ido configurado gracias a diversos procesos tanto psico como sociogenéticos que la han ido moldeando como una figuración.

Desde la perspectiva de Elías, y sobre todo en el estudio de las ciencias sociales, se debe considerar que dichos procesos, en gran medida, son producto del azar, y que serán estos quienes en determinado momento configuraran el futuro, sin embargo dicho planteamiento conlleva a reflexionar sobre el carácter ambivalente e incierto de esta sociedad moderna, que parece no permitir al ser humano decidir sobre su propio destino, lo cual implicaría incapacidad premeditada del ser humano para resolver sus propios problemas, como por ejemplo la destrucción del planeta, producto del cambio climático que esta promovido por la contaminación del medio ambiente a gran escala.

Por otra parte, la sociología de Norbert Elías, resulta ser una sociología muy minuciosa en el sentido de que nada se escapa a ser objeto de estudio de esta ciencia, o por lo menos un elemento en la disertación de la misma, así por ejemplo la movilidad en el umbral de la vergüenza, para este autor, se convierte en el elemento que permite objetivar los cambios psicogenéticos que moldean las nuevas costumbres. En tal sentido, la niñez seria el momento en donde menos se vislumbra la vergüenza como un elemento que condiciona al individuo en su actuar, y por lo tanto el mejor para fomentar la creatividad, con el fin de que el proceso civilizatorio, no sea impositivo desde el punto de vista de la socialización.

La realidad en muchas ocasiones resulta ser impredecible, sobre todo por la vertiginosidad de nuestros tiempos, donde los procesos sociogenéticos que permiten el reconocimiento del ciudadano, se imponen sobre los psicogenéticos que permiten el reconocimiento de lo humano en el ser, de manera tal que si no demuestras ser un ciudadano a partir de un documento que lo confirme, no resultas ser nadie. La interrogante habría de hacerse entonces, es: ¿Cuál es la manera de mantener el equilibrio, frente al influjo de lo psicogenético y lo sociogenético en el proceso civilizatorio?

Finalmente se termina entendiendo la civilización como un proceso continuo que va dando forma a la vida de los seres humanos, y que además se la encuentra en las características más entrañables de lo que hoy se denomina occidente, en donde convive con características de lo incivilizado, como por ejemplo las guerras.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Relatoría No. 7: LA POLÍTICA COMO VOCACIÓN

MAX WEBER: LA POLÍTICA COMO VOCACIÓN
El día lunes 31 de mayo de 2010, El Semillero de Investigación en Teoría Sociológica desarrolló la sesión a partir del texto del sociólogo Max Weber denominado “El Político y El Científico”. En esta ocasión solo se abordo la primera parte del documento de Weber: La Política como Vocación. La dinámica del curso giro inicialmente entorno a comprender las categorías que define y trabaja este sociólogo en su texto, llevando a que se entienda en qué consiste la política, el Estado, los diferentes tipo de legitimación, la política como vocación, los tipos de políticos y la ética en relación con la política. Este estudio de Weber permitió que se analizara el fenómeno nacional que acababa de experimentar el país: las elecciones presidenciales y suscito otras inquietudes que se intentaron aclarar en la sesión generando un enriquecimiento de la discusión del semillero.

LA POLÍTICA COMO VOCACIÓN

Este documento que se constituye como una conferencia dictada por Max Weber parte por identificar diferentes cuestiones relacionadas directamente con la política, es decir la esencia del quehacer político para luego entender el contenido de la política como vocación. Así iniciemos por tener en cuenta que para Weber la política consiste en la capacidad de influir o direccionar una entidad política: EL ESTADO. Esta entidad política (Estado) desde sus orígenes históricos se define y construye a partir de un medio especifico que emplea y ostenta; la violencia física, indicando que el Estado se fundamenta en la violencia. Este elemento característico de esta entidad política le permite ha Weber definir El Estado como “aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el territorio es un elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. El Estado es la única fuente del derecho a la violencia (el único que la otorga).”

Entonces política en correspondencia a lo anterior significa según Weber “la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen.” En este orden de ideas se puede decir que una cuestión es política en la medida en que vincula intereses sobre la distribución, la conservación o la transferencia del poder. Señalado lo anterior Weber establece que quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de fines individuales o colectivos o al poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.

El Estado, como todas las entidades políticas que históricamente lo han precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima. Para sobrevivir necesita, por tanto, que los dominados acepten y actúen de acuerdo a la autoridad que pretenden tener quienes en ese momento dominan. Para que se de este proceso se requiere una justificación es decir una forma de legitimidad que fundamenta la dominación.

Weber identifico y desarrollo tres tipos ideales de legitimidad desde sus reflexiones históricas para entender su actualidad a través de comparar la realidad con sus modelos teóricos. En primer lugar, la legitimidad del eterno ayer, de la costumbre consagrada por su constante validez y por la continua orientación de los hombres hacia su respeto. La legitimidad tradicional es aquella que existe en la dominación de los patriarcas y los príncipes. En segundo lugar, la autoridad de la gracia personal (Carisma), la entrega puramente personal y la confianza en la capacidad para las revelaciones, el heroísmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Autoridad carismática es aquella que tiene vida con los profetas, los jefes guerreros elegidos, los grandes demagogos o los jefes de los partidos políticos. Por último, la legitimidad basada en la legalidad, la creencia en la validez de preceptos legales y normativos, una dominación como la que ejercen el moderno servidor público. Es evidente que, en la realidad, la obediencia de los súbditos está condicionada por motivos de temor y de esperanza (temor a la venganza del poderoso, esperanza de una recompensa) y, junto con ellos, otros intereses.

En esta conferencia Weber reflexiona con particular énfasis en la dominación carismática dándola a conocer como la dominación producida por la entrega de los sometidos al carisma puramente personal del caudillo. Weber indica que este tipo de dominación arraiga la idea de vocación. La entrega al carisma del caudillo significa, en efecto, que esta figura es vista como la de alguien que está internamente llamado a ser conductor de hombres, los cuales prestan obediencia porque creen en él, y él mismo, vive para su obra. Weber reconoce que este tipo de dominación se ha dado en todos los lugares y épocas; en el pasado: con la figura de mago o profeta, de una parte, y el de príncipe guerrero, de la otra. Sin embargo, Weber señala que lo propio de Occidente es, el caudillaje político que surge primero en la figura del demagogo libre, aparecida en el Estado-Ciudad de la cultura mediterránea, y más tarde en la del Jefe de partido en un régimen parlamentario, dentro del marco del Estado constitucional. Claro está, que estos políticos por vocación no son nunca las únicas figuras determinantes en la empresa política, de la lucha por el poder. Lo decisivo en esta empresa son los medios auxiliares que los políticos tienen a su disposición es decir la manera como afirman su dominación.

Toda empresa de dominación que requiera una administración continuada necesita, la obediencia de los sujetos y el poder de disposición sobre los bienes necesarios para el empleo del poder físico: el equipo de personal administrativo y los medios materiales de la administración. Entonces el cuadro administrativo es fiel y solidario con quien ostenta el poder por la retribución material y el honor social que pueden obtener como premio, pero para mantener una dominación por la fuerza se requieren bienes materiales externos. Las organizaciones estatales pueden ser clasificadas en dos grandes categorías según el principio que se rigen. En una, el equipo humano: funcionarios, con cuya obediencia ha de contar el titular del poder, posee en propiedad los medios de administración, esta se denomina asociación estamentalmente estructurada, en otra el cuadro administrativo que está separado de los medios de administración, se denomina asociación estamental, aquí se ubica el Estado moderno.

jueves, 27 de mayo de 2010

Relatoría No 6: MAX WEBER Y LA DEMOCRACIA

Max Weber

El día lunes 10 de mayo de 2010, Dualter Gutiérrez Cabiche, desarrolló la sesión correspondiente al tema de la Democracia según Weber. La dinámica del seminario giró en torno del texto:"MAX WEBER Y LA DEMOCRACIA” elaborado por Carlos Rodríguez Sánchez. En el curso; previa exposición del pensamiento Weber en cuanto al ejercicio de la dominación, se abordó el tema de la burocracia donde salió a flote la reflexión en torno a la democracia de masas, los partidos políticos y el líder carismático para en última instancia tratar el pensamiento de Weber a la luz de la racionalidad material, lo que permite cuestionar a este sociólogo sin desconocer sus aportes en materia del ejercicio del poder. Esta presentación posibilitó el surgimiento de inquietudes y comentarios que enriquecieron el tema.


DOMINACIÓN AUTORITARIA, LEGITIMACIÓN Y GOBIERNO DEMOCRÁTICO


La reflexión de Max Weber se sustenta en una preocupación central que responde a la necesidad de comprender la manera en cómo se ejerce y se distribuye el poder. En este sentido resulta lógico partir por entender lo que para Weber es la dominación, la autoridad política y los tipos de dominación legitima para así conocer lo que significa un gobierno democrático que posee unas características y condiciones específicas que le permiten definirse. Este ejercicio que busca traer estas categorías a la escena del mundo moderno permite ver como se da el problema de la dominación en este momento histórico: La Modernidad.

Para Weber la dominación es “un estado de cosas por el cual una voluntad manifiesta del “dominador” o de los “dominadores” influye sobre los actos de otros, de tal suerte que en un grado socialmente relevante estos actos tienen lugar como si los dominados hubieran adoptado por si solos y como máxima de su obrar el contenido del mandato”1. En este sentido la autoridad política es una forma de autoridad donde se reconoce el poder de mando y se obedece, estos actos se soportan en la atribución de legitimidad, esta legitimidad varía según el momento histórico de la sociedad.

Weber construye tres tipos ideales de dominación legitima a partir de comparar como sea ejercido el poder históricamente, estos son: 1) De carácter tradicional: consiste en la creencia en las tradiciones que construyen un ordenamiento del poder, este tipo existió en la época antigua 2) De carácter carismático: descansa en las cualidades extraordinarias otorgadas a una persona y su ordenamiento del poder, este tipo es de carácter transitorio y 3) De carácter racional-legal: se soporta en la validez de preceptos legales y los derechos de mando, este tipo es propio de la sociedad moderna.

A partir de estas categorías Weber establece que el poder estatal funciona a través del gobierno. Ahora sí, revisemos lo que para Weber es el gobierno democrático. En primera instancia este tiene dos características: 1) Supone que todos están calificados para gobernar y 2) El poder de mando esta reducido al mínimo. Este tipo de gobierno requiere una serie de condiciones para su existencia: 1) La fijación de límites territoriales y participantes, 2) Poca diferenciación social y económica, 3) Instrucción y práctica para elegir medios y fines y 4) Tareas de gobierno simples y estables.

Para Weber en la sociedad moderna no es posible la democracia directa debido a la diferenciación socioeconómica de los sujetos y porque este tipo de dominación funciona con una minoría: la aristocracia, a esto se añade que Weber observa que en la modernidad se ha dado una reducción de la legitimación y la violencia, de allí que señale que se experimenta es una democracia de masas cuasi-autoritaria.

En este orden de ideas se debe reconocer que Max Weber reflexiona sobre el problema del poder y el ejercicio de la dominación a partir de una racionalidad formal, es decir precisa sus conceptos con un énfasis netamente político descociendo la posibilidad de que los sujetos actúen a partir de unas orientaciones materiales “económico”. Su precisión conceptual y sus reflexiones responden al interés de comprender como se ejerce la dominación y no quien la detenta y para qué.


RACIONALIDAD FORMAL, LIDERAZGO CARISMÁTICO Y DEMOCRACIA


El paso de la democracia directa a la democracia de masas resulta del cambio que se da en la organización de la sociedad cuando esta se modifica cuantitativamente lo que la lleva a cambiar cualitativamente, es decir se hace necesario un cuerpo administrativo especializado: los profesionales, para ejercer el poder, en esta sentido se construye un sistema para dominar que Weber lo define como la burocracia. La burocracia corresponde al proceso de racionalización que experimenta la sociedad.
Si te interesa profundizar en el tema, contáctanos: semillerosociologia@gmail.com

Relatoría No 5:LA INFLUENCIA DE KANT EN MAX WEBER Y LAS CIENCIAS SOCIALES

Max Weber

El día lunes 3 de Mayo de 2010, El Semillero de Investigación en Teoría Sociológica desarrolló la sesión a partir de dos textos: “LA INFLUENCIA DE KANT EN EL SOCIOLOGO MAX WEBER” de Alfonso Piza Rodríguez y “KANT Y LAS CIENCIAS SOCIALES” de Guillermo Hoyos Vásquez. Estos documentos permitieron realizar un análisis para entender la influencia del filosofo Immanuel Kant en el sociólogo Max Weber o mejor dicho, en la Sociología Comprensiva y por ende en las Ciencias Sociales. Este ejercicio se llevó a cabo como una actividad fundamental para conocer las raíces que sustentan el método empleado por Weber, denominado Individualismo Metodológico, lo que de manera directa demuestra como la sociología trabajada por Weber se encuentra sustentada en la filosofía elaborada por Kant, que como ejercicio reflexivo se constituye en una crítica a la filosofía de su época, critica que resulta sustancial para desentrañar y cuestionar la sociología positivista desarrollada por Comte y Durkheim que se sustenta en una filosofía positiva, frente a este tipo de filosofía Kant se propone critico al resaltar la metafísica como una condición inherente al ser humano que no debe ser desechada. De esta manera al adentrarnos a reconocer la influencia de Kant en Weber y el las Ciencias Sociales desde el punto de vista metodológico surgieron diversas inquietudes que el semillero las acogió e intentó aclarar.

LA INFLUENCIA DE KANT EN EL SOCIOLOGO MAX WEBER

Este documento parte por reconocer la labor filosófica que desarrolla Kant en su época, al abordar minuciosamente el problema de la razón y al dejar las bases para el método empleado por la sociología comprensiva, luego trata la importancia del neokantismo en Weber, para en última instancia resaltar la conexión de Kant y Weber en dos aspectos: La historia y la Sociología.

KANT

Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna, esta consideración está dada por la habilidad que tiene al sintetizar en sus reflexiones el contenido de 200 años de esfuerzos científicos. Incursionar en la actualidad de su pensamiento reclama entender su influencia en la sociología comprensiva, representada inicialmente por Weber. Entonces al revisar el proceso académico que llevó a cabo Weber y reconocer sus cambios científicos es situarse en una posición en la que Kant aporta significativamente para que Weber de historiador pase a magistrado con una perspectiva crítica.

La sociología comprensiva ha obtenido muchos beneficios de las reflexiones de Kant, esto se hace evidente cuando este filosofo trabaja la dialéctica trascendental y construye tres leyes de la razón: ley de la homogeneidad, ley de la especificación y ley de la afinidad, específicamente la ley de la afinidad ha representado un gran aporte para esta sociología, en el sentido de que para entender los fenómenos los pone en relación o en afinidad con otros fenómenos, como es el caso, cuando trata la economía en afinidad con estructuras de dominación y/o jurídicas, lo que ayuda a que la sociología comprensiva no se hunda en el individualismo romántico-historicista.

Si bien Kant propone la autonomía de la razón al señalar la imposibilidad de conocer la esencia de los fenómenos, imposibilidad dada por nuestras condiciones de sensibilidad, Weber busca poner la razón en el juego de la historia.

La síntesis de Kant tiene un punto particular que se lo puede ver como una dislocación y es la separación entre teoría y práctica ya que se comporta como un filósofo de la ciencia, sin embargo vale la pena indicar en estas comparaciones que Weber se sitúa sobre la dicotomía representada entre teoría y práctica.

NEOKANTISMO

Este movimiento científico a partir de las enseñanzas de Kant aparece como una crítica a los historiadores Alemanes, en el sentido, de que proponen la interpretación como elemento metodológico para el estudio de los fenómenos más que una acumulación de datos para su análisis. Esta reflexión se constituye como el inicio que los lleva trabajar por consolidar un punto de partida para construir una ciencia de la cultura. En coherencia con este postulado Weber también es un crítica del historicismo, no acepta la igualdad entre una ley natural y una ley cultural, reconoce la individualidad como punto de partida para la comprensión reivindicando los motivos que poseen los sujetos como motores de la acción. De forma muy cercana a este movimiento en el interés por construir las bases para una ciencia de la cultura, Weber hace superfluo el debate entre teoría y práctica al plantear la teoría como la adecuada formulación de un fenómeno original. Esta es quizá una de las grandes síntesis que logra Max Weber.

WEBER: HISTORIA

Para realizar una adecuada comprensión de Weber se debe tener en cuenta: como se ha formado, las fases que experimento y las síntesis que logro. Entonces partir por reconocer que este sociólogo inicialmente se constituyó como un historiador es hacer justicia al primer punto de estos tres postulados. Luego para ver el kantismo en Weber es preciso examinarlo cuando formula la necesidad que los fenómenos sean comprendidos a partir de una causación adecuada, es decir en relaciones que puedan ser revisadas y corregidas y no a partir de causaciones físicas definidas y determinadas totalmente.

Para Weber uno de los grandes problemas en las ciencias de la cultura es la idea del experimentar, frente a esta inquietud señala que en estas, esta actividad científica se debe llevar a cabo desde un ejercicio mental donde se disgregue el fenómeno en sus partes para luego dominarlo cognoscitivamente en sus configuraciones históricas. Así esta reflexión se configura como la posibilidad de lograr objetividad

Relatoría No 4: LA ETICA PROTESTANTE Y EL ESPIRITU DEL CAPITALISMO

Max Weber

El día lunes 26 de abril de 2010, El Semillero de Investigación en Teoría Sociológica desarrolló la sesión a partir del texto del sociólogo Alfonso Piza R. denominado “La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo: Génesis Típico-Ideal”. El trabajo del profesor Piza tiene la gran virtud de señalar que Max Weber debe ser leído desde un marco histórico que comprenda sus influencias intelectuales y se preocupe por entender sus construcciones teóricas a partir de un método que para este caso se engloba dentro de lo que se ha llamado individuo histórico. De esta manera se hace necesario conocer algunas de las características de la metodología de Weber para entender su proceder científico que posibilita de forma inmediata ahondar en la tesis fundamental de Weber en cuanto al origen del Capitalismo y sopesar si en la contemporaneidad se puede refutar o validar su planteamiento. Este ejercicio para comprender a Weber desde el punto de vista de su contexto y método género diversas preocupaciones que el semillero en su dinámica las acogió e intento aclarar.

LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO: GÉNESIS TÍPICO-IDEAL

INDIVIDUO HISTÓRICO

La investigación histórica del siglo XIX, marco en el cual podemos situar a Max Weber, es imposible de entender sino se asume con rigurosidad el concepto de individuo histórico ya que es precisamente en este escenario científico donde el planteamiento fundamental de Weber tiene validez y vigencia. Como lo señala Piza la investigación del individuo histórico es el resultado de un complejo de reflexiones y procesos investigativos que trabajan autores como Savigny, Droysen, Meyer, Troelsch, entre otros. Estas reflexiones tienen su gran énfasis en lo que se conoce como Espíritu, categoría que llama la atención científica hacia el individuo en el conjunto de relaciones por su capacidad de animar y dinamizar el medio social. Entonces se hace imprescindible entender las características lógicas y de método que se desprenden de la visión de individuo histórico:

1) Como punto central se marca la imposibilidad de divorciar los valores de la investigación. Dejemos que sea Piza quien nos indique el porqué de este postulado en la visión histórica: “En primer lugar, supone la imposibilidad de divorciar radicalmente los valores de su investigación. Sin embargo, es un capítulo fundamental el intento de autoconciencia que diferencia lógicamente el estudio objetivo de valores y los juicios de valor. Dentro del individuo histórico un aspecto particularmente crucial es el de su autoconciencia metódica”.1 En este orden de ideas se resalta la capacidad de autoconciencia que debe desarrollar el científico para la comprensión del individuo en la maraña de sus relaciones.

Esta visión se soporta en postulados como los de Rickert que diferencian entre ciencias naturales y ciencias culturales a partir de identificar que las primeras poseen un método generalizador y las segundas un método individualizador que es histórico. Frente a esta diferenciación Weber se presenta receptivo, sin embargo Weber no mezcla para evento de la investigación la ética con los valores sino que plantea que los valores son una entidad colectiva mientras que la ética tiene una dimensión de decisión que posibilita márgenes para la libertad de acción. Esto indica que para los contemporáneos de Weber el capitalismo construye el individuo histórico que promueve la investigación. Son Montesquieu y Sombart quienes le aportan significativamente a Weber para identificar su núcleo de acción científica, el primero en el sentido de que relaciona procesos económicos con procesos culturales cuando estudia a los ingleses y el segundo cuando trata al origen de capitalismo situándolo en unas base religiosas, advirtiendo que la actividad y el cálculo son características del espíritu que moviliza al capitalismo (tema tratado por Simmel en su reflexión sobre el dinero) lo que estimula a Weber a profundizar en el rol de los judíos en este espíritu.
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Relatoría No 3: MAX WEBER Y EL ORIGEN DE LOS DERECHOS HUMANOS


MAX WEBER


El día lunes 19 de abril de 2010, Dualter Gutiérrez Cabiche, desarrolló la sesión correspondiente a las influencias intelectuales del sociólogo Max Weber. La dinámica del seminario giro en torno del texto:"MAX WEBER Y EL ORIGEN DE LOS DERECHOS HUMANOS: UN ESTUDIO ACERCA DE LA INNOVACIÓN CULTURAL” trabajado por Hans Joas. En el curso; previa exposición del pensamiento de Ernst Troelsch y Georg Jellinek frente a los derechos humanos, se abordó este mismo tema desde la perspectiva de Weber, para finalmente preguntarse qué tan válido hablar de un Paradigma Weberiano. Esta presentación genero inquietudes y reflexiones que enriquecieron el tema.

MAX WEBER Y EL ORIGEN DE LOS DERECHOS HUMANOS: UN ESTUDIO ACERCA DE LA INNOVACIÓN CULTURAL.

Los derechos humanos en la actualidad se constituyen como uno de los grandes valores que la modernidad le ha aportado a la humanidad, es por esta razón que conocer su origen resulta significativo para comprender su momento actual y su proyección bajo la lógica del mundo contemporáneo. Frente a este tema Weber reflexiona de una manera muy particular, pero para adentrarnos a su pensamiento es preciso entender sus influencias intelectuales.

ERNST TROELSCH (1865-1923)

El mundo occidental como una sociedad histórica no ha sido estática y homogénea, por el contrario ha albergado un sin número de tensiones que le han aportado a diferenciarse y a constituirse como heterogénea y dinámica. Es precisamente el Filósofo e historiador Ernst Troelsch quien desde sus interpretaciones hace evidente una de las grandes tensiones de Europa. La tensión fundamental que evidencia este autor se encuentra consignada en la conferencia que compartió en la Universidad Alemana en el año de1922, esta se titula “Las Ideas del Derecho Natural y de la Humanidad en las Políticas Mundiales” en ella se hace presente de forma explícita el enfrentamiento que existe entre la tradición occidental de los derechos humanos y las ideas particulares desarrolladas en Alemania sobre categorías como individualidad, creatividad y auto-comprensión. Su análisis lo que persigue es dar a conocer el límite cultural y político de Alemania frente a Occidente para realizar una ruptura entre la comprensión del individuo y la exaltación de la razón y el poder político porque las dinámicas del poder para los inicios del siglo XX minimizan al sujeto, lo cual reclama que se lo reivindique desde una perspectiva integral.

Para realizar su intención Troelsch parte por demostrar que las ideas del derecho natural y de humanidad no son conceptos netamente modernos sino por el contario son ideas de gran antigüedad soportadas en tradiciones como la teología y el humanismo. De esta manera lo realmente nuevo es la concepción alemana sobre la individualidad presupuesto que asume al individuo no como un sujeto eminentemente racional que procede de acuerdo a estructuras morales sino como alguien que se expresa y se comprende en sus comportamientos, así los sujetos son personalidades muy individuales que buscan la auto-comprensión. Esta idea lo que muestra es la reivindicación del sujeto frente a poderes que lo subyugan, porque el sin número de propuestas de la modernidad que propendían por valorar realmente a las personalidades se han degenerado por ejemplo la constitución del nacionalismo que en vez de resaltar la idea de humanidad lo que hace es atentar directamente contra ella.

En este orden de ideas Troelsch señala la necesidad de que el Estado Alemán acepte los derechos humanos y los incorpore dejando de lado la manía militarista y propendiendo por construir estrategias que medien entre una creciente racionalidad y una creciente exaltación de las individualidad y la auto-comprensión, este es quizás uno de los grandes retos que hasta hoy poseen los Estados, de allí que la reflexión de este teórico tenga eco en nuestra actualidad.

Hans Joas señala que la cuestión de Troelsch puede ser reformulada de la siguiente manera: ¿Cómo puede la creencia en los derechos humanos y la dignidad de la persona humana ligarse a un Ethos de la auto-comprensión? Para responder esta pregunta es preciso recurrir a entender el origen de los derechos humanos y comprender si el Ethos de la auto-comprensión vincula una perspectiva prometeica o formas de espiritualidades individuales y expresivas.

GEORG JELLINEK (1851-1911)

La génesis histórica de los derechos humanos entonces se la puede entender desde las investigaciones realizadas por el historiador y Jurisconsulto alemán Georg Jellinek, sus postulados se sintetizan en cuatro tesis: 1) La declaración de los derechos humanos y civiles de la revolución francesa está influenciada por las declaraciones de independencia de Norteamérica en 1776. 2) La obra El Contrato Social de Rousseau no es el modelo para la declaración francesa. 3) Los conceptos del derecho natural no tuvieron la fuerza de institucionalizar los derechos humanos y civiles no hay que sobrestimar esta continuidad. 4) La fuerza impulsora que posibilito la institucionalización de los derechos humanos y civiles se encuentra en las luchas de los protestantes (calvinistas) quienes disentían por la libertad religiosa en Norteamérica. Esta ultima tesis inspira “La Ética Protestante y El Espíritu del Capitalismo” ya que traslada el crédito de las primeras declaraciones lejos de la Ilustración Francesa y las pone en sus raíces cristianas.

Frente a estos postulados Hans Joas señala que es preciso actualizar la cuarta tesis de acuerdo al estado actual del conocimiento en los siguientes puntos: 1) No son los calvinistas sino los hijastros de la reforma es decir los cuáqueros, los bautistas y ciertos tipos de espiritualidad libre quienes luchaban por la libertad religiosa y tuvieron la capacidad de movilizar la institucionalización de el derecho a la libertad religiosa fuente de las demás libertades, 2) el germen de todos los derechos humanos no es la libertad religiosa. La configuración de los derechos humanos vincula un conjunto de condiciones como consideraciones de oportunidad y actores sociales, y 3) se debe tener en cuenta la relación constante e histórica entre el Iluminismo Francés y el Protestantismo, ya que ambas históricamente han estado mezcladas y se han influenciado mutuamente.

Entonces revisadas las tesis de Jellinek se pueden aceptar para Norteamérica. Sin embargo vale la pena resaltar que la gran contribución de este autor es señalar que los derechos humanos tienen su génesis en raíces religiosas y no como se creía en un proceso racional que deviene de la revolución francesa y que para algunos significa la sacralización o el carisma de la razón que evoca directamente el culto a la razón.

Max Weber influenciado por Troelsch y Jellinek tanto en el ámbito de la necesidad de reivindicar las subjetividades como en el ámbito de comprender las fuentes religiosas de los fenómenos, señala que los derechos humanos se los asume dentro de un fanatismo racionalista que deviene del Iluminismo Francés. Precisando que esta corriente como negación de la tradición no hubiera sido capaz de incentivar tales creencias por lo tanto fue preciso una base religiosa, de allí deduce que el capitalismo también tiene raíces religiosas, ya que el ascetismo intramundano engendro una mentalidad capitalista y racional. Weber mira los derechos humanos a la luz del desarrollo de capitalismo y encuentra que estos sentaron las bases para el libre juego de las mercancías y la destrucción de los sistemas legislativos patrimoniales indicando el aporte de los derechos humanos al auge del capitalismo y la constante burocratización de la sociedad moderna.


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